Una de las cosas que más me gusta de viajar son las sorpresas agradables, es decir, sin esperarlo ni tener nada planeado, encontrar, por ejemplo, un lugar bonito para sacar fotos, una obra de teatro, una tienda que venda objetos increíbles…. Granada es una ciudad preciosa, me sorprendió su belleza y la tranquilidad que transmitía cada lugar.
Un lugar para recordar fue la Alcaicería, antiguo mercado árabe de la seda, ahora un espacio dedicado a una gran variedad de tiendas de recuerdos. De entre ellas me sorprendió una en concreto Alcaicería Artesanía, una tienda especializada en abalorios, belenes y miniaturas (tal y como señalan en su página web www.alcaicería.com).
Allí descubrí una marca alemana de miniaturas que no conocía y que me gustó bastante, sobre todo porque no estaba a la ya tan habitual escala 1:12 para casas de muñecas, si no a escala 1:10, lo que le confería un aspecto más cálido y delicado.
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